Las bailarinas ponen literalmente todo el peso de su cuerpo sobre los dedos gordos del pie.

Van caminando sobre dos dedos y hacen que se vea elegante. Dos. Dedos.

Las bailarinas también son absurdamente flexibles.

Si esto no es la cosa más “Heavy Metal” que alguna vez has visto, eres un mentiroso.

Y tienen suficiente fuerza en los músculos como para romperte la columna vertebral con una patada.

Pero no te preocupes, las bailarinas sólo usan su fuerza para cosas buenas. Como saltar dos metros hacia arriba.

Tigger desearía poder rebotar a esta altura.

Lógicamente, todo esto les trae serios y dolorosos problemas en los pies.

Ya me agradecerán el que haya puesto la foto menos traumatizante que encontré en internet del pie de una bailarina.
Spoiler: tus pies no se doblarán así.

Pero el show debe continuar, así que sólo llenan los espacios, se ponen hielo en los tobillos, se toman un Advil y siguen.

Así que la próxima vez que veas una bailarina flotar por el escenario como un hada…

O girar con gracia con una sonrisa en la cara…

O moverse con una fluida precisión que roza lo sobrenatural…

O hacer que el contorsionismo parezca fácil…

Y sientas ganas de burlarte de tan amanerado y frívolo esfuerzo…

Sólo recuerda.

Que las bailarinas te pueden hacer daño.

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